Técnicas Curativas

Centro Fénix de Naturopatía tiene el placer de invitarles
a conocer sus técnicas curativas,
probadas y usadas por cientos de miles de personas,
con éxito, en todo el mundo; para el remedio de síntomas como: Depresión, Estrés, Ansiedad.
Dolores musculares y deterioros óseos.
Problemas respiratorios y alergias.
Dependencias y algias





Cel. 2291 185 281 - México

Tels. 680 53 75 56 - 965 78 63 38 - España

Algunas Imágenes de este Blog, han sido sacadas de Internet. Si alguien tiene derechos y quiere que no salgan en este espacio, nos lo hacen saber y serán retiradas inmediatamente.

jueves, noviembre 15, 2018

Conseguir la Felicidad

La felicidad es un estado triunfal; el dolor es un emisario de la muerte. La felicidad es ese estado de consciencia que procede de la consecución de los propios valores. Una moralidad que se atreva a decir que se obtendrá la felicidad en la renunciación a la dicha, que se valore aquélla por el fracaso de los valores, es una insolente negación de la moralidad. Una doctrina que dé como ideal el papel de animales para el sacrificio, buscando la muerte en los altares de otros, da la muerte como norma. Gracias a la realidad y de la naturaleza de la vida, el hombre —cada hombre —constituye un fin en sí mismo, existe por sí mismo y la consecución de su propia felicidad constituye su más alto propósito moral.

Ni la vida ni la felicidad pueden conseguirse persiguiendo caprichos irracionales. Del mismo modo que el hombre es libre para intentar sobrevivir de cualquier modo que sea, sin embargo perecerá a menos que viva como su naturaleza requiere, también es libre de buscar su felicidad en cualquier fraude insensato; pero sólo hallará la tortura del fracaso, a menos que busque una dicha adecuada a él. El propósito de la moralidad consiste en enseñar, no a sufrir y a morir, sino a disfrutar y a vivir.

Apartemos de nosotros a esos parásitos de las aulas subvencionadas, que viven gracias al provecho extraído a la mente de otros y proclaman que el hombre no necesita moralidad, ni valores, ni códigos de conducta. Ellos, que adoptan el papel de hombres de ciencia y proclaman que el hombre es sólo un animal, no le otorgan su inclusión en una existencia que han garantizado al más inferior de los insectos. Reconocen que toda especie viviente tiene un modo de sobrevivir, exigido por su naturaleza; no proclaman que un pez pueda vivir fuera del agua o que un perro sobreviva sin su sentido del olfato. Pero, según ellos, el hombre es el más completo de los seres vivientes y puede sobrevivir de cualquier modo; el hombre carece de identidad, de naturaleza, y no existe razón práctica por la que no pueda alentar, aunque sus medios de supervivencia hayan quedado destruidos, y su mente estrangulada y colocada a disposición de cualquier orden que ellos quieran establecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario