Técnicas Curativas

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con éxito, en todo el mundo; para el remedio de síntomas como: Depresión, Estrés, Ansiedad.
Dolores musculares y deterioros óseos.
Problemas respiratorios y alergias.
Dependencias y algias





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martes, marzo 29, 2016

La Sabiduría del Silencio Interior - Filosofía Taoista

Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y preciso ya que cada vez que dejas salir una palabra, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu chi (energía vital). De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de tu propia energía vital.
Si no tienes nada bueno, verdadero y útil qué decir, es mejor quedarse callado y no decir nada.

Aprende a ser como un espejo: escucha y refleja la energía
El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado, porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida. Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos. Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestro diálogo interno. Aprende a ser como el universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios. Porque siendo como un espejo sin emociones aprendemos a hablar de otra manera.

No te des mucha importancia, y sé humilde, pues cuanto más te muestras superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones.

Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable como el Tao.

No compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre, que nos da lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, a percibir sus virtudes, a brillar. El espíritu competitivo hace que crezca la rivalidad y crea conflictos inevitablemente.

Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros. No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada sin tomar conciencia profunda de la situación, te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que muy fácilmente dicen “sí”, porque saben que ese famoso “sí” no es sólido y le falta valor. Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría.

Si realmente hay algo que no sabes, o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy incómodo para la importancia personal porque nos gusta saberlo todo, siempre tener razón y siempre dar nuestra opinión muy personal. En realidad no sabemos nada, simplemente queremos creer que sabemos.

Evita el hecho de juzgar y de criticar, el Tao es imparcial y sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad. Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu opinión muy personal y es una pérdida de energía, es puro ruido. Juzgar es una manera de esconder las propias debilidades. El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra.

Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resulto de ti mismo. Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz.

Tu silencio interno te vuelve impasible. Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar a la importancia personal que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo. Practica el arte de no hablar. Toma un día a la semana para abstenerte de hablar. O por lo menos algunas horas en el día según lo permita tu organización personal. Este es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo del Tao ilimitado en lugar de tratar de explicar con las palabras qué es el Tao. Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio.

Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente. Pero hay que tener cuidado de que no se inmiscuya la importancia personal. El poder permanece cuando la importancia personal se descarta y perseveramos en el silencio. Si tu importancia personal se impone y abusa de este poder el mismo poder se convertirá en un veneno, y todo tu ser se envenenará rápidamente.

Quédate en silencio y cultiva tu propio poder interno.

Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo.

No trates de forzar, manipular y controlar a los otros.

Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser.

Dicho de otra forma, vive siguiendo la vida sagrada del Tao.

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jueves, marzo 24, 2016

La Esperanza para el Futuro de la Humanidad

El rebelde vive individualmente… no como el diente de un engranaje, sino como una unidad orgánica. Su vida no es decidida por nadie más que su propia inteligencia. La fragancia de su vida es la de la libertad. No sólo vive en libertad, permite también que todo el mundo viva en libertad. No permite que nadie interfiera en su vida, ni interfiere en la vida de los demás. Para él la vida es sagrada, y la libertad es el valor supremo de tal forma que está dispuesto a sacrificarlo todo por ella: respetabilidad, estatus, incluso la vida misma…

El rebelde se rebela en contra de lo muerto, toma su vida en sus propias manos. No le da miedo quedarse solo; al contrario, disfruta de su soledad como uno de sus más preciados tesoros…

El rebelde es aquel que vive siguiendo su propia luz, siguiendo a su propia inteligencia. Crea su camino caminándolo, no sigue a la multitud en la superautopista. Su vida es peligrosa; pero una vida que no es peligrosa no es vida en absoluto. Él acepta el desafío de lo desconocido…

El rebelde simplemente se despide del pasado. Es un proceso constante; por eso, ser un rebelde significa estar constantemente en rebelión, porque cada momento se va a convertir en el pasado; cada día se va a convertir en el pasado. No es que el pasado esté solamente en el cementerio, estás moviéndote a través de él en todo momento. Por eso, el rebelde tiene que aprender un nuevo arte: el arte de morir a cada momento que ha pasado, de modo que pueda vivir libre en el nuevo momento que ha llegado…

Toda la vida del rebelde es un fuego que quema. Hasta el último aliento es nuevo, es joven. Nunca responderá a ninguna situación de acuerdo a su experiencia pasada; responderá a cada situación de acuerdo a su conciencia actual.

El rebelde es la única esperanza para el futuro de la humanidad
Osho

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domingo, marzo 20, 2016

El Deseo de Aprender

Cuando un ser humano agota la necesidad de aprender, inicia su propio declive y su fin está próximo. El deseo de aprender es natural en todos los seres humanos.
La base de todo el aprendizaje es la curiosidad. Una de las claves del aprendizaje es poder cambiar de perspectiva continuamente para poder analizar una situación desde diferentes ángulos. Si puedes obtener una perspectiva de las cosas, podrás ver ángulos que nadie ha visto. De allí deriva un nuevo aprendizaje.
La realidad es maleable. No existe una sola. La única realidad es la suma de todas las realidades, de todos los involucrados en el problema.

Cuando se adquieren más conocimientos, la perspectiva de la realidad se amplía y se pueden crear diferentes campos o realidades. El secreto del éxito de una persona no radica en tener una buena perspectiva para los problemas, sino en tener muchas perspectivas diferentes para cada uno de los problemas. En otras palabras, es tener la capacidad de ver una situación desde todos los ángulos posibles.

Nadie ha podido hacer verdaderas contribuciones a la humanidad en menos de diez mil horas; esa la tasa mínima que tiene que invertir una persona para lograr que sus conocimientos, habilidades y experiencia rindan frutos y deje un verdadero legado. No hay atajos para el éxito, se tiene que pagar el precio. Todas y cada una de estas horas deben ser invertidas en probar sus teorías, en equivocarse y en volver a experimentar. Así, hasta llegar al estado de arte –sano− y poder realizar aportaciones verdaderas.

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martes, marzo 08, 2016

Celebra la Vida

La vida no se mide anotando puntos, como si fuera un juego. La vida no se mide por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan los otros. No se mide según los planes que tienes para pasar el fin de semana o por si te quedas en casa solo. No se mide según con quién sales, Con quién solías salir, ni por el número de personas con quienes has salido, ni por si no has salido nunca con nadie. No se mide por las personas que has besado.
No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca de coche que tengas, ni por el lugar donde estudias o trabajas. No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta.

La vida simplemente no es nada de eso.

La vida se mide según a quién amas y según a quién dañas. Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros. Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas. Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o como un arma. Se trata de lo que se dice y lo que se hace y lo que se quiere decir o hacer, sea dañino o benéfico; de los juicios que formulas, por qué los formulas y a quién o contra quién los comentas. Se trata de a quién no le haces caso o ignoras adrede; de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza. Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, de cómo lo cultivas y de cómo lo riegas. Pero por la mayor parte, se trata de sí usas la vida para alimentar el corazón de otros.
Tú y solo tú eliges la manera en que vas a afectar a otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

Hacer un amigo es una Gracia.
Tener un amigo es un Don.
Conservar un amigo es una Virtud.
Ser un amigo es un Honor.

Todo en la vida es prestado, no vale la pena vivir apegado.
El amigo fiel es una fuerte protección, y quién lo encontró, encontró un tesoro.

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viernes, marzo 04, 2016

Magia Viva

Porque te amo, no cambies... Cuando cambias por mí, dejas de ser quien eres para convertirte en algo frágil.

Así como te he elegido, me he mirado en tus ojos y he encontrado mi reflejo; así, en tus Palabras resonaban acordes antiguos de mi corazón.
Eso, eso mismo es lo que me ha evocado un recuerdo profundo, una certeza.

Yo no quiero convencerte, prefiero ConVidArte con mi propia Vida en un banquete de frutos diversos... y que puedas ELEGIR.

Te Amo y no quiero cambiarte, me parece contradictorio, me resulta lastimero y hasta humillante.

Te Amo y somos diferentes, por eso te amo; porque allí en esa diferencia que nos ennoblece está la grandeza de lo verdaderamente amado.

Mis fundamentos, los que me fundan, no quisiera nunca que nos CON-Fundan; los tuyos, son tuyos y yo los respeto. No quiero cambiarte. Te Amo y lo celebro, como se celebra estar vivo: te invito a mi vida.

La Maga (Cuadernos de Magia)

Un día importará poco lo que ganaste.
Ese día no será relevante lo que perdiste.

En ese momento…
cuando tu presencia actual sea un recuerdo
y tu alma habite otros parajes...
Seguirá presente el aroma que esparciste.

Seguirán resonando las intenciones que activaste.

Seguirá pulsando el latido de aquellos corazones
que un día fuiste capaz de acariciar.

No importará dónde estés.
Lo relevante será desde dónde estuviste.

Luis Bueno

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lunes, febrero 29, 2016

El Árbol de la Vida

En sus primeros tiempos históricos, Europa estuvo cubierta de selvas enormes, en las cuales aparecieron las primeras llanuras como islas en un mar verde. La vida del hombre en aquellos tiempos estuvo íntimamente ligada con la selva y con los árboles.
El árbol alimentaba la llama, y la madera y el carbón vegetal fueron hasta hace poco tiempo los únicos combustibles. Por ello se dice que los árboles proporcionaban luz al hombre, al igual que madera como materia prima, fácil de trabajar y útil para muchos fines. Las abejas que habitan en los árboles le permitían obtener miel y cera, además de la recolección de frutos y bayas de los árboles, e incluso hayucos que se transformaban en harina y pan.
El hombre aprendió pronto a resinar los árboles y a convertir la resina en brea, alquitrán, perfumes y aromas e incienso. Nuestros antepasados vivieron mucho tiempo con el árbol en una simbiosis intensiva. Por ello agradecían su presencia y veían en él el origen del mundo.


Manfred Lurker divide el simbolismo de los árboles en tres formas, el Árbol Cósmico, el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento.
Estos tres aspectos del simbolismo del árbol se fusionan frecuentemente y en un árbol sagrado se encuentran reunidos dos y a veces los tres aspectos.

♣ El Árbol Cósmico
El Árbol Cósmico es, frecuentemente, un árbol invertido, un “árbol inversa”. Representa la Creación como un movimiento descendente. Las semillas espirituales del árbol se encuentran en el cielo, en el mundo divino, y su corona se extiende sobre el mundo. Unifica los tres niveles del cosmos en un “axis mundi”: Cielo (mundo de los dioses), Tierra (mundo de los hombres) y mundo subterráneo (mundo de los muertos).
El Árbol Cósmico se ubica en el centro del mundo, en el Omfalos. Es el pilar central, la columna del centro, la cual apoya el mundo. El árbol se ubica en un lugar sagrado. Los lugares sagrados antiguos forman un microcosmos: un paisaje de piedras, de aguas y árboles. La piedra indica aquí la duración y representa la realidad por excelencia, la indestructibilidad, lo estático. El árbol, con su renovar periódico, representa el poder sagrado de lo viviente; el agua y la fuente representan las fuerzas secretas del interior de la tierra, la semilla, la purificación. Ese paisaje microcósmico se reduce a un único elemento esencial: el árbol o pilar sagrado, que simboliza el cosmos.

♣ El Árbol de la Vida
El árbol fue considerado como encarnación del principio vital, por una parte, porque a través de su ciclo de las estaciones del año representa el retorno de la regeneración y, por otra parte, los coníferos siempre verdes son una encarnación de los principios inagotables y eternos de la vida. Por ello se ha mantenido hasta hoy en día en algunos lugares el rito de plantar un árbol al nacimiento de un niño, el cual le transmite su vitalidad.

Además, el árbol aparece en muchas mitologías como portador de inmortalidad, es la planta que puede aportar la vida eterna, como el “Soma” de los Vedas o el “Haoma” del Avesta, que a veces se ve representado como fuente o bebida divina. Los frutos del Árbol de la Inmortalidad o la planta o hierba que puede otorgarla son siempre difíciles de alcanzar. Suelen ser custodiados y protegidos por monstruos, como por ejemplo el Árbol de las Hespérides, o el Árbol de la Vida en el paraíso bíblico. Estos árboles se encuentran al final del mundo, o en el cielo, como el melocotonero P´an mou de los chinos, el cual ofrece los frutos de la inmortalidad, o en cualquier otro lugar inaccesible, como la Hierba de la Vida que Gilgamesh tiene que recoger del fondo del océano.

El simbolismo resulta claro: la inmortalidad es difícil de adquirir, y se encuentra concentrada en un árbol o Pozo de la Vida, que se halla en un lugar difícil de alcanzar. El árbol está custodiado por un monstruo, y la victoria sobre ese monstruo tiene un significado iniciático: el héroe tiene que abrirse camino, tras haber pedido consejo a los “seres correctos”, y tiene que pasar por pruebas a través de las cuales tendrá el derecho a la inmortalidad. El árbol encarna, pues, la vida eterna. De cualquier modo, es curioso constatar que hay árboles que viven más de mil años, y parecen prácticamente inmortales para los hombres.

♣ El Árbol del Conocimiento
El Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento se encuentran en estrecha relación. Sabiduría y conocimiento son difíciles de alcanzar, como la inmortalidad. Hay que realizar sacrificios inmensos y conseguir grandes victorias. Hay que alcanzar ese contacto directo con el Árbol del Mundo, el cual, a través de su función como axis mundi, posibilita la ascensión al mundo espiritual y la visión mística. El árbol sirve como canal hacia el conocimiento. Es el eje de la intuición, la fuente de la inspiración.

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jueves, febrero 25, 2016

Las Cuatro Tribus

Al principio de los tiempos, el Creador sentó a sus criaturas en un círculo sobre la Madre Tierra y le contó a cada raza acerca de sus responsabilidades individuales y de sus roles en el gran círculo sagrado de la vida.

Las enseñanzas sagradas fueron divididas en cuatro partes iguales y se entregó una diferente a cada tribu. Las cuatro tribus fueron entonces enviadas en las cuatro direcciones, cada una con un conocimiento especial.
A la gente Amarilla se le confió el Espíritu, y su elemento fue el Fuego. A la gente Negra se le comisionó el Alma y su elemento fue el agua. La gente Blanca aprendió sobre la Mente, y su elemento fue el aire. Y a la gente Roja se le entregó el Cuerpo y su elemento fue la tierra.

A cada raza se le dio un cuarto de la verdad de la creación. Pero, a medida que el tiempo fue pasando, olvidaron que su conocimiento estaba incompleto. Cada uno pensó que su conocimiento era la totalidad de la verdad, y entonces, pelearon entre ellos.

A la gente Blanca le habían dicho que tenían como misión especial aconsejar a otras razas y reunirlas en Concilio. En tres periodos previos se le había encomendado esta misión a diferentes razas, pero todas habían abusado de este privilegio y el Creador había destruido a todas las gentes con sus poderes. Los volcanes destruyeron al mundo después del periodo del Fuego. Una edad de hielo destruyó el mundo después del periodo de Tierra. Un diluvio vino después de un periodo de Agua, y ahora llega el periodo de Aire.

A la gente Blanca se le dijo que el conocimiento de la Mente es muy poderoso y que deben ser muy cuidadosos si no quieren que el mundo sea destruido por Aire.
Lamentablemente, la gente Blanca olvidó la advertencia del Creador, y a medida que viajaban por la tierra, en lugar de hacer concilio con las otras razas e incorporar los otros cuartos del conocimiento para formar una verdad entera, usaron el poder de la mente para dominar a las otras razas.

Fueron a la gente Amarilla y les llevaron la adicción al opio para esclavizarlos en lugar de aprender acerca del Espíritu. Fueron a la gente Negra y los encadenaron y esclavizaron en lugar de aprender acerca del Alma. Cuando llegaron a América, trajeron a las gentes Amarillas y Negras como esclavos y comenzaron a conquistar a la gente Roja.
No intentaron aprender acerca del Cuerpo y el cuidado de la tierra, que eran los conocimientos de la gente Roja, sino que trataron de destruirlos. Y seguramente, en nuestra época, la destrucción de las selvas que producen oxigeno y hábitat, la contaminación con combustibles fósiles, y la destrucción química de los océanos y la capa de ozono, conducirá a la destrucción de este mundo por la contaminación del aire - el elemento que representa el saber de la gente Blanca, la Mente.

La gente de la Mente cree que su conocimiento es todo lo que se necesita. Por eso destruyen el Cuerpo de la Madre Tierra e ignoran al Espíritu y al Alma.
Sin embargo, aun podemos reparar el círculo de la Vida y restaurar el balance de la tierra. Lo podemos hacer construyendo círculos sagrados y viviendo las enseñanzas de su Medicina.

(Oso Pequeño)

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lunes, febrero 22, 2016

Yggdrasil

Los pueblos indígenas de Norteamérica se refieren a los árboles como "nuestros hermanos y nuestras hermanas de pie". Los seres humanos y los árboles compartimos una postura vertical y erguida. Nosotros caminamos, ellos permanecen en el lugar.

Mircea Eliade describió el Yggdrasil como el Árbol Cósmico por excelencia. Este árbol se encuentra en forma vertical y une los tres mundos. Sus raíces se hunden hasta el corazón de la tierra, hasta el Reino de los Gigantes, el mundo subterráneo de los dioses y el Reino de los Muertos. De esas raíces nacen tres fuentes, de las cuales una es Pozo de Juventud (Ura), otra regala sabiduría y conocimiento (Mimir) y en la tercera tienen su origen todos los ríos del mundo (Hvergelmir).
Odín dejó en la segunda un ojo como sacrificio y allí regresa siempre para refrescar su sabiduría. Su tronco es el mundo de los hombres (Midgard), y su corona forma el cielo de los dioses (Asgard).

Yggdrasil es también descrito como el Fresno del Mundo y como un roble. Este árbol ofrece vivienda a algunos animales: una cabra, un águila, un venado y una ardilla. En sus raíces vive un dragón (Nidhög), el cual intenta talarlo. Yggdrasil porta en sí los aspectos del Árbol Cósmico, del Árbol de la Vida y del Árbol del Conocimiento: las fuentes regalan el Agua de la Vida y la Sabiduría, y a través del sacrificio de Odín, el cual debe permanecer colgado nueve días y nueve noches de las ramas del árbol, le otorga el conocimiento superior.

En las lenguas de origen germánico, buena parte de los términos relacionados con el aprendizaje, el conocimiento, la sabiduría y otros temas similares, proceden de nombres de árboles. Así los términos anglosajones witan (mente, consciencia) y witiga (sabiduría) han dado lugar a las palabras inglesas wits (entendimiento), witch (bruja) y wizard (hechicero), así como a la alemana witz (entendimiento).
Todas estas palabras proceden de una raíz que en escandinavo antiguo significaba "bosque". La palabra druida deriva del gaélico Dru (muy, mucho) y vid (conocimiento) y era la persona que reunía el máximo saber. Éste, como no podía ser de otro modo, tenía su origen en los árboles, no sólo porque los druidas debían superar una iniciación de veinte años en el bosque, sino porque en un principio, todo el saber procedía de los árboles.

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