Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la medianoche. Tengo responsabilidades que cumplir hoy.
Mi tarea es elegir qué clase de día voy a tener...
Hoy puedo quejarme porque el día esté lluvioso o puedo dar gracias porque cada gota riega mis plantas.
Hoy me puedo sentir triste porque queda poco en mi bolsillo o puedo estar contento de que mis finanzas me empujen a planificar mis compras.
Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme de que estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo autocompadecerme por cada amigo que no puedo ver, o puedo emocionarme en la aventura de descubrir nuevas amistades.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo estar alegre porque tengo un trabajo que hacer.
Hoy puedo quejarme porque tengo que leer para conocer o puedo abrir mi mente enérgicamente y ahondar en conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar o puedo sentirme honrado porque tengo un techo.
Hoy puedo quejarme porque falta amor en el mundo, o puedo alegrarme de todo el amor que puedo brindar.
Hoy se presenta ante mí, y aquí estoy, soy un escultor que tiene que darle forma.
Tengo que elegir qué tipo de día voy a tener...
Hazlo bien bonito y ten un gran día, a menos que tengas otros planes...
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