Los primeros habitantes de la zona fueron los Otomíes o Hñahñus, ellos fundaron Mamenhi (Lugar de Lavanderas), se desconoce el año de su llegada. Más aun en el presente existe una gran población Hñahñu - Otomí.
Los Toltecas llegaron posteriormente, llamando al sitio Tollan Xicotitlan (Junto a los Abejones), tomando como referencia la cercanía a la ciudad de un importante Cerro Sagrado, conocido actualmente como el Xicuco, en el pasado Xicococ.
¿Quiénes eran los Toltecas? Los Toltecas han desempeñado la función de Sabios Guardianes de la Verdad Eterna, de la Tradición Primordial.
Los Toltecas se decían provenientes de Aztlan, cuyo gentilicio seria los Aztlantes, lugar que tiene diversas definiciones: Lugar de Garzas, Lugar de la Blancura. Es la isla mítica en donde la humanidad alcanzo un alto grado de desarrollo desde un punto de vista holístico. En Aztlan se ubica Chicomoztoc, el lugar de las Siete Cuevas, montaña matriz con Siete Úteros, que dio a Luz a los pobladores de Anáhuac.
La leyenda y el mito ubican un Aztlan peculiar, una misteriosa morada de los hijos de Los Nagas, Serpientes de Sabiduría, educadores de la humanidad, habitantes de una ciudad donde impera la Blancura y la Pureza
La palabra Tolteca se traduce de muy diversas maneras.
Toltekan en Maya es: Maestro Escultor de seres humanos.
Tól-Te-k´an en Maya: Es aquí consciente- Sabiduría en mí mismo.
Tolteca en Náhuatl: El Verdadero Artista; Dueño de un rostro, dueño de un corazón.
Las acciones del Tolteca se traducen de la siguiente manera:
Aquel que introduce el simbolismo de la Divinidad en las cosas.
Aquel que ayuda al hombre a encontrar su verdad, su raíz, aquí sobre la tierra.
Aquel cuya acción es endiosada y cuidadosa.
Aquel que dialoga con su propio corazón.
“Los Toltecas eran sabios, sus obras eran buenas, convenientes, todas bien planteadas, maravillosas... Eran cuidadosos de las cosas divinas, solo un dios tenían, lo tenían por único dios, lo invocaban, le hacían suplicas, su nombre era Quetzalcóatl. Y eran respetuosos de las cosas de dios, todo lo que les decía su sacerdote Quetzalcóatl lo cumplían, no lo deformaban. Él les decía, les inculcaba: Ese dios único, dios dual: Nuestra Madre, Nuestro Padre – Quetzalcóatl es su nombre, nada exige, sino serpientes, sino mariposas, que vosotros debéis ofrecerle, que vosotros debéis sacrificarle”.
(Danza, canto, poesía).
Por Tolteca debemos entender un ser dotado de grandes cualidades, con un desarrollo integral de su ser, poseedor de un alto grado de conciencia y de cultura. Es un título que recibieron antiguos sabios, cuyo conocimiento y prácticas estaban encauzadas a la trascendencia del mundo material. A su sabiduría le llamamos Toltecayotl.
En el grandioso camino de Ser Tolteca, encontramos un personaje: sierpe, ave, felino y humano llamado Quetzalcóatl. El cuál es la suprema manifestación de un Estado de Conciencia.
Cuando hablamos del ser Tolteca, hablamos del Maestro, de aquel que tiende a realizar su labor de la manera más perfecta posible, nos referimos al Artista, al Alquimista en el sentido más amplio de la palabra, a aquel que ha reconciliado su Nagual y su Tonal, realizando un matrimonio alquímico con su propia naturaleza, lo que indudablemente dará fruto, dará origen a un nuevo nacimiento.
Quetzalcóatl está íntimamente relacionado con una mítica ciudad, llamada Tollan o Tula y vemos sorprendentemente que la palabra Tula o Tollan, empleada en las voces Nahuas, es también citada en los textos esotéricos que nos hablan de la antigua Atlántida. Tula o Tulanzu, Ciudad del Sol, es citada en el Popol Vuh, asociada con el pueblo Quiche: los Tamub (descendientes de Tan) y los Ilocab (tribu de Videntes. En realidad con la palabra Tula o Tollan, nos dicen personajes cultos en la materia, se está haciendo referencia al Centro Espiritual Primordial, a la Tierra Sagrada de Los Orígenes.
René Guenon, tras un profundo análisis de los Símbolos Fundamentales, dice que bajo el nombre de Tula se hace referencia al Aspecto Femenino de Dios, similar al significado de la Shekinah de la Cábala, lo que indica la Presencia Real, la Residencia Divina del Aspecto Femenino de Dios, en el Corazón del ser humano y del Mundo.
Entendemos por lo tanto que la verdadera Tula-Tollan, es el centro divino, que se alcanza por el merecimiento. En el ser humano reflejo del cosmos, ese centro está en su corazón.
En su traducción del Náhuatl, Tollan significa “Junto del Tular” y Tula significa “lugar de Tules o Esparto”, sinónimo que en voz nahua refiere a las grandes ciudades del Anáhuac.
Lolita Vargas Martínez - Malinalticitl
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