Vivimos en la ilusión (de hecho maya para los hindúes, además de ser el nombre de la madre del Principe Siddartha, significa "ilusión"). Vivimos en un mundo creado por la imaginería mecanizada del tiempo-reloj.
Los Mayas vienen a enseñarnos esto. Nos dicen que eso que trascendió en la historia como "Calendario Maya", es una Llave Interdimensional.
¿De qué se trata esto?
Nosotros somos seres multidimensionales; además de nuestro cuerpo físico, somos un psiquismo, somos un cuerpo emocional, somos un cuerpo energético, somos cuerpos espirituales. Diferentes manifestaciones en diferentes dimensiones; pero diferentes manifestaciones de Uno Mismo.
Nosotros vivimos en una tercera dimensión, pero las hay más allá. Por lo que, si a cada densidad de materia diferente somos un cuerpo diferente acorde con esa densidad; existen más que grandes posibilidades de que seamos cuerpos de esas otras dimensiones mas allá de la tercera...
Nuestros amigos Mayas nos dirán: en la cuarta dimensión somos cuerpos de luz; algo así como que tenemos un "doble" dimensional. Alguien que por morar en la cuarta dimensión no está atado a las limitaciones del tiempo mecanizado, por lo que para "él" o "ella", por ejemplo, es posible acceder a lo que nosotros nombramos 'pasado y futuro" entre tantas otras cosas inimaginables desde esta limitada tercera dimensión.
El "Calendario" diseñado por los Mayas es la llave que nos interconecta con las otras dimensiones, por ejemplo, con nuestro doble dimensional. Con la versión refinada de nosotros mismos; con nuestra versión Maya de nosotros mismos.
El tiempo es radial, no lineal, nos dirán los Mayas.
Contamos 13 lunas por 28 días cada una, lo que nos da un total de 364 días + 1 día llamado "fuera de tiempo" o de libertad galáctica.
Cada kin o día tendrá su particularidad de vibración, tu "tono" particular. De hecho, tal es el nombre que se les da a la multiplicando 13. Son 13 tonos, 13 frecuencias de vibración que multiplicadas por 20 nos dará por resultado las 260 posibilidades tonales o de frecuencia. Esto implica que cada día tendrá determinadas características vibratorias: un color, un número, un uso, un poder, un desafío, etc.
Que por lógica consecuencia ejercerá influencia en las personas nacidas ese día. Lo que en el horóscopo se denominaría "signo" es lo que en términos de la filosofía Maya es tu "sello", aquello que marca tu patrón vibracional, tu forma de onda.
Vivir en armonía según el Calendario Maya es vivir en armonía con el Universo, por eso decimos que es una llave interdimensional. Pues para acceder a nuestras proyecciones interdimensionales, para encontrarnos con las formas más sutiles de nosotros mismos en otras dimensiones; es necesario contactarnos con nuestra forma de onda real; aquella que resuena con el Universo y que tiene sus propios ciclos mayores y menores sin necesidad de tiempos mecanizados artificialmente. Alinearnos con esas otras dimensiones de nosotros mismos nos redundará en "liberarnos" de los límites de la tercera dimensión y entonces dirigirnos hacia las Estrellas, a continuar con el siguiente tramo del Camino.
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